Edición N° 21, Artículo N° 21, publicado el 31 de mayo de 2024
El cerebro, es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, y cómo no, si sostiene todas nuestras funciones vitales, nos da memoria y personalidad. El cerebro posee nada más y nada menos alrededor de 100 mil millones de neuronas.
Nuestro cerebro funciona mediante electricidad e impulsos químicos, es la máquina más compleja conocida hecha por la naturaleza, su funcionamiento depende de, básicamente glucosa y oxígeno para funcionar, si al cerebro del gusta lo dulce.
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El cerebro es una pila
Como este órgano consume tanta energía (es el órgano que más energía consume del cuerpo) es como una pila que usa al rededor de 20 vatios de energía (lo de una bombilla eléctrica), ya que nunca se apaga mientras estemos vivos, la energía que consume es constante, por eso es necesario una buena alimentación y dormir bien.
Con solo 20 vatios de energía es capaz de realizar tareas complejas como pensar, aprender, recordar, crear y comunicarse. Sin embargo, también es muy sensible a los cambios en el suministro de energía, por lo que es importante mantener una buena alimentación, hidratación y descanso para cuidar la salud cerebral.
El desayuno es el más importante
Aunque suene trillado y al algo que dirían nuestras mamás o abuelas, el desayuno ofrece la energía necesaria y activa el metabolismo, algunos puntos importantes de un buen desayuno para tener un cerebro en óptimas funciones son los siguientes:
- El desayuno es importante para tener energía, activar el metabolismo y mejorar la salud cerebral.
- Un desayuno saludable debe incluir proteínas, vitaminas y granos enteros, y se debe variar cada día para disfrutarlo más.
- Algunos ejemplos de buenos desayunos para el cerebro son: avena, huevos, tostadas integrales con mantequilla de maní y fruta, yogur con fruta y granola o frutos secos.
- Hay que evitar los alimentos que dañan el cerebro, como los ultraprocesados, las grasas trans, la comida rápida, el exceso de cafeína y alcohol, la sal o edulcorante.
¿Qué recomienda la ciencia?
Como ya se mencionó, el desayuno es una comida clave para el rendimiento cognitivo durante el día, si bien al cerebro le gusta (y necesita) del azúcar, no todo es azúcar, también necesita otros nutrientes, como los hidratos de carbono complejos (cereales integrales, legumbres, verduras y frutas como el plátano, la pera y el higo), las grasas saludables (aguacate, nueces), las vitaminas y los minerales, para funcionar correctamente y evitar el envejecimiento y el deterioro cognitivo.
La alimentación adecuada es fundamental para la salud mental y emocional, ya que el cerebro se comunica con el resto del cuerpo a través de sustancias químicas que dependen de los alimentos que ingerimos y además, una dieta equilibrada, variada y moderada, acompañada de una buena hidratación y actividad física, es la mejor forma de cuidar nuestro cerebro y nuestro organismo en general.
Al final, siempre es recomendable visitar a tu nutriólogo o nutrióloga de confianza para llevar una diete equilibrada y que nos ayude al correcto funcionamiento no solo del cerebro, sino de todo el cuerpo, ya que, una buena alimentación nos ayuda mental y emocionalmente.
