Edición N° 22, Artículo N° 22, publicado el 15 de junio de 2024
Nuestro cerebro, la máquina más compleja jamás creada por la naturaleza, ha sido moldeado por millones y millones de años de evolución, el cerebro (y la inteligencia) hizo la diferencia entre que los neandertales o nosotros reináramos el planeta siendo la especie dominante.
No obstante, nuestro cuerpo y sus órganos vitales, siempre están a merced de estímulos y peligros externos, como algo tan pequeño, pero a la vez tan poderoso como son los virus.
Nuestro ADN
Incrustado en el ADN se ha encontrado que existen vestigios de virus que en algún momento de nuestra evolución infectaron a nuestros antepasados, más en específico se les llama Retrovirus Endógenos Humanos (HERV), aproximadamente el 8% de nuestro genoma está compuesto por HERV, estos se insertaron en el material genético al transmitirse por generaciones y quedaron incrustados en el ADN, solo que estos, en lugar de enfermar quedaron solo escritos en el genoma.
Estos no codifican proteínas, pero se han encontrado relacionados con el desarrollo embrionario, en la placenta y la regulación de genes.
¿Cómo llegaron a nuestro ADN?
Solo una pandemia masiva que afectara a muchos mamíferos en algún momento de nuestra historia evolutiva, pudo haber ocasionado que estos virus (más bien, su información) quedaran incrustados, accediendo en células germinales y así lograr expandirse y por supuesto, quedarse.
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El cerebro y la Mielina
El Doctor y biólogo computacional, Tanay Ghosh, quien trabaja en la compañía Altos Labs y en la Universidad de Cambridge, ha contribuido a un estudio publicado en la revista Cell que revela una conexión intrigante entre antiguos virus y la mielina en nuestros cerebros.
La mielina es una capa aislante que se forma alrededor de los nervios en el sistema nervioso, su función es conducir la corriente eléctrica (con mucho más rapidez) que atraviesa las neuronas, es el tipo de señal con el que estas células nerviosas funcionan, actúa como un aislante, es como el cableado que tenemos en el interior del cuerpo.
Tan importante es la mielina que impulsa la transmisión rápida de impulsos nerviosos entre las células del cerebro y la médula espinal. Dentro del cerebro, la “sustancia blanca” es la formada por las neuronas recubiertas con mielina.
El descubrimiento
Volviendo al descubrimiento, el estudio reveló el hallazgo de una secuencia genética denominada «retromielina«, esta se cree que surgió a raíz de una antigua infección viral grupos de vertebrados en un periodo cercano a cuando aparecieron las mandíbulas.
Este componente genético encontrado y derivado de un retrovirus, es de vital importancia para la producción de mielina en los vertebrados con mandíbulas. Esta secuencia, llamada retromielina, se ha encontrado en peces, anfibios y mamíferos.
A lo largo de la evolución, mucho de este material genético viral ha sido eliminado o ha permanecido en nuestro ADN ya que proporcionaba grandes beneficios, usándolo para funciones celulares importantes, como la producción de la mielina.
Y así de importante es este descubrimiento, hemos vivido y viviremos con los virus en toda nuestra historia, quizás llegue un día en que los erradiquemos todos, eliminando algunos de los beneficios que nos han dado como especie dominante.