Edición N° 3, Artículo N° 3, publicado el 31 de agosto de 2023
Las manchas solares son áreas que aparecen de forma temporal en la superficie del Sol (en su fotosfera) estas son más obscuras debido a cambios en la actividad magnética, estos campos que pueden inhibir la el calor del plasma solar, lo que lleva a una disminución en la temperatura y, por lo tanto, que se vea más oscura.
Puntos brillantes y arcos iluminados de material solar flotando en la atmósfera del sol resaltan lo que se conoce como regiones activas en el sol, en esta imagen del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, capturada el 20 de abril de 2015. Estas son áreas de intensa y compleja actividad magnética que a veces pueden dar lugar a erupciones solares como llamaradas solares y eyecciones de masa coronal. Créditos: NASA/SDO.
La humanidad las ha observado desde hace siglos
La observación de manchas solares se remonta a siglos atrás. Los astrónomos chinos ya estaban observando manchas solares en el año 28 a.C. También hay informes de observaciones en la antigua Grecia y Roma.
Sin embargo, el astrónomo Galileo Galilei es a menudo acreditado por realizar algunas de las primeras observaciones detalladas de manchas solares en la época del Renacimiento, alrededor de 1610, aunque no fue el único.
400 años de observación formal de manchas solares
Johannes Hevelius, un astrónomo polaco llevó a cabo observaciones de las manchas solares desde 1642, en la siguiente composición se ve la integración de un dibujo de manchas solares realizado por Hevelius en 1644 con imágenes del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, la composición constó de 700 observaciones para evaluar la confiabilidad de los datos históricos, con el fin de comprender mejor la historia de la actividad solar, por lo que oficialmente, llevamos más de 400 años de observación de las manchas solares.
Crédito: Imagen cortesía de NASA/SDO/SwRI
¿Una «pequeña edad de hielo» debido a la disminución de la actividad solar?
Una denominada «pequeña edad de hielo» se produjo ya en la edad moderna, se piensa que una suma de causas ocasionaron que se produjera una disminución de la temperatura durante el periodo de 1645 a 1715, pero llama la atención que en ese mismo periodo se registró una disminución en los registros de las manchas solares, se sabe esto por el «Mínimo de Maunder», que es el nombre que se le da al periodo en que casi desaparecieron por completo las manchas solares.
CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=969067
CC BY-SA 3.0, EnlaceEl «mínimo de Dalton» que también aparece en la gráfica, fue otro periodo de baja actividad solar (o desaparición de manchas) entre 1790 y 1830 y se registró un descenso en la temperatura de la tierra.
¿Hambruna y peste causada por el Sol?
Durante estos dos periodos se registraron inviernos muy fuertes, seguidos de sequías o lluvias torrenciales, lo que por periodos largos hacía imposible que la agricultura y ganadería prosperaran debido al clima impredecible.
Se registró además el incremento de grandes glaciares desde los Alpes hasta nueva Zelanda.
El año 1816 se conoce en Europa como el año sin verano, pero también afectó al Norte de América, el clima de la tierra disminuyó en promedio .5 grados.
Al norte de América y Europa el verano fue frío, la comida para el ganado escaseó, en la India los monzones inusualmente fuertes provocaron brotes de cólera, en China hubo escasez de arroz lo cual provocó una enorme hambruna.
Sumado a la actividad solar, se piensa que grandes erupciones volcánicas (más en específico el volcán Tambora) en aquel tiempo también influyeron al cambio del clima en el planeta en ese inusual año.
St George, S., & Anchukaitis, K. J. (2015) . Simulated cooling during the northern summer (JJA) of AD 1816 [Figure 1].https://pastglobalchanges.org/
https://pastglobalchanges.org/publications/pages-magazines/pages-magazine/7170
Las manchas solares han sido observadas durante siglos y se seguirán observando con aparatos y tecnología más sofisticada, han sido objeto de estudio por su interés astronómico y por su posible influencia en el clima terrestre, y por lo tanto en los ecosistemas y en la vida humana.
Imágenes
Imagen de portada NASA/SDO/AIA/HMI/Goddard Space Flight Center
Referencias
St George, S., & Anchukaitis, K. J. (2015). On the AD 1815 Tambora eruption and the matter of misplaced tree rings. Past Global Changes Magazine, 23(2), 60-61. https://doi.org/10.22498/pages.23.2.60