Edición N° 10, Artículo N° 10, publicado el 15 de diciembre de 2023
Desde niños siempre nos dijeron que teníamos solo 5 sentidos, la vista, la audición, al
olfato, el gusto y el tacto, cada uno de ellos asociado a un órgano específico del cuerpo,
los ojos, los oídos, la nariz, la lengua y la piel.
Estos nos permiten interactuar con el mundo y percibirlo, si bien algunas personas
carecen del alguno o algunos, desarrollan más los sobrantes para equilibrarlos.
Pero existen aún más sentidos (y no, el sexto sentido no es ver gente muerta) y es aquí
donde la ciencia no se pone muy bien de acuerdo.
Cada uno de los sentidos varían mucho de persona a persona, unos escuchan muy bien, otros mal, algunos ven muy bien, otros ven una gama de colores más alta, otros que son extremadamente sensibles al tacto o a los sabores.
Hay personas que tienen una combinación de sentidos, como lo es la sinestesia, algo que
si no tenemos, no podemos entender, estas personas, pueden lograr ver los sonidos,
escuchar los colores y saborear los objetos con solo tocarlos. Pueden acariciar un perro
mientras perciben, por ejemplo, sabor a menta, o escuchan una canción y comienzan a
ver todo amarillo, es una asociación que les viene cuando se mezclan sus sentidos, son
involuntarios y no se pueden controlar, esto se da cuando una parte del cerebro
encargada de procesar los sentidos hace una “mala conexión”, no es una enfermedad o
trastorno, solo es un modo diferente de ver el mundo.
La sinestesia es un fenómeno neurológico en el cual un estímulo dirigido a un sentido provoca una experiencia en otro sentido.
En otras palabras, se trata de la mezcla o la asociación involuntaria de diferentes sensaciones, como percibir colores al escuchar música, asociar letras o números con colores específicos, sentir sabores al tocar diferentes texturas, entre otras combinaciones de experiencias sensoriales.
Vincent van Gogh pudo haber sido sinestesico
Aunque no está completamente confirmado, algunos expertos sugieren que Van Gogh pudo haber experimentado sinestesia. En sus cartas, mencionaba asociaciones entre colores y emociones.
USA-Museum of Modern Art-Vincent van Gogh
Algunas drogas alteran nuestra precepción de la realidad y los sentidos, estas hacen que
se procese de manera diferente la información de los sentidos en el cerebro.
La fruta que cambia los sabores
Existe una fruta africana que hace cambiar el gusto por los sabores ácidos o amargos, se
le conoce como la fruta mágica o milagrosa, es de color brillante rojo y del tamaño de una
cereza, su nombre científico es “Synsepalum dulcificum”, durante aproximadamente
media hora, limones o vinagre dejan de saber ácidos y se perciben como dulces.
La Synsepalum dulcificum, de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:MiracleBerry.jpg#/media/Archivo:MiracleBerry.jpg
La fruta milagrosa tiene esta propiedad de modificar temporalmente la percepción del sabor, su efecto no es duradero y suele durar unos 30 minutos a una hora.
Además, es importante consumirla con precaución, ya que podría llevar a comer alimentos amargos o ácidos sin percibir su sabor real, lo que podría ser potencialmente riesgoso si oculta la acidez o la amargura que normalmente alertarían sobre un alimento en mal estado (de allí la importancia de la percepción correcta de sabor).
Los otros sentidos
Existen otros que se pueden considerar tipos de tacto o sensación física como lo son:
La termorrecepción: Es ell sentido del calor, o la ausencia de este, la nocicepción que
es el sentido del dolor, el propiocepción, que es la percepción del conocimiento del cuerpo
o partes del cuerpo.
Equilibriocepción: nos permitedetectar los tres ejes en el espacio y la Mecanorrecepción, cuando poseemos este sentido tenemos reflejos extraordinarios.
Propiocepción: Este sentido implica la conciencia y percepción de la posición y movimiento del cuerpo. Los receptores propioceptivos se encuentran en los músculos, las articulaciones y los tendones, ayudando a controlar la postura y la coordinación.
Sentido del tiempo: Este sentido está relacionado con la percepción del paso del tiempo y la duración. Si bien no se ubica en una parte específica del cuerpo, el cerebro juega un papel crucial en la percepción del tiempo.
Nocicepción: Este sentido implica la percepción del dolor. Los receptores del dolor, o nociceptores, detectan estímulos potencialmente dañinos y envían señales al cerebro para alertar sobre lesiones o daño en el cuerpo.
Quizás nuestra percepción del mundo está limitada solo a los sentidos que tenemos